Una carrera contra el Miedo...



Los últimos destellos de luz se escapaban por la ladera de la montaña,
el gélido aire calaba hondo pero poco a poco mi cuerpo entraba en calor...

Empezó, como todo en la vida, cuesta arriba....
El viento se enfriaba cada vez mas y hacía volar las vegetación caída por el invierno...
En un abrir y cerrar de ojos la noche cayó a plomo en la montaña,
Imposible era distinguir mas allá de donde mi lámpara me iluminaba, no habían ni Luna ni Estrellas esa noche...

El frío y el cansancio fueron devorados por el Miedo....
La subida parecía interminable, solo ramas y piedras a mi alrededor, cualquier ruido parecía sospechoso, cualquier roca tenia forma de un asaltante agazapado...
El Miedo tomaba la delantera...
Despues de hora y media de esfuerzo, fue mayor mi orgullo de Mountain Biker que el Miedo, el frio, y claro, que el cansancio: ''La Tronadora" bah!

Poco tiempo podía ocupar para admirar el obscuro paisaje, aunque existe una caseta de guardabosques no quería q alguna ánima ya sea muerta o viva se me apareciera...
El Miedo, no se iba a rendir tan fácil...

Armado solo con protectores y mi inseparable Koni emprendimos el descenso, hacia la fría obscuridad...
La lampara al máximo no podía iluminar mas allá de las curvas, las piedras parecían cobrar vida propia y arreglarse en mi contra, cualquier zanja era mil veces mas peligrosa y cualquier acantilado, bueno, quizás mortal...

Seguía descendiendo a una velocidad que se sentía vertiginosa, frenando solo en las curvas para no desbarrancarme, 'admirando' el paisaje con el rabillo del ojo...
De pronto, un ligero brinco y una caída en rocas filosas y lo impensable, mi llanta 'mordió' contra el rin... -Demonios!

Con la velocidad de un equipo de Formula 1 me dispuse a cambiar la llanta trasera, usando mi lampara como única fuente de luz, me di cuenta que al tener la luz en el piso y de frente a mi, simplemente no podía ver nada alrededor mío, el Miedo, que creía haber dejado arriba, bajó por mi: mis manos temblaban seguramente x mis pulsaciones elevadas hasta el cielo.

Fueron minutos que parecieron horas, no se ni porque, pero antes de irme alumbre hacia atrás, sentía como en esas películas en la que los espíritus se acercan poco a poco ti pero al iluminarlos desaparecen...
Pero el Miedo, ese no desaparece...

Seguia descendiendo, el gps me decía 16! 17! 18! los kilómetros q de subida me tomaban 10 minutos los recorría ahora en 1 o 2, el brillo de una lata olvidada de atún me hizo dar un sobresalto, todos mis sentidos estaban en los 3 metros de camino q podía ver adelante, mentalmente repasaba todas las técnicas de conducción para no pensar en el Miedo que me pisaba los talones en una carrera que parecía nunca terminar..

Al fin! un camino empedrado, luces de casas, un pequeño tope me hizo dar un brinco, pero fue mas un brinco de alegría de que ya todo habría terminado... Verdad?...

De la nada brincó un perro!
Quizás por la obscuridad o sería el Miedo que parecía no ceder en esta carrera, pero sonaba terrible, sus ladridos no parecían solo del tipo intimidador, y francamente no tenia intenciones de averiguar si los refranes de perros son ciertos...
-'Alcánzame si puedes'!!! Dijo mi ego de biker y me levante en los pedales y con mi ultimo aliento pedaleé como nunca, brincaba topes y zanjas, y el maldito perro me seguía con furia...

Finalmente, el perro se quedó atrás, y con el, con el se quedó el Miedo...

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